
Reflexión crítica del Dr. Daniel Mendonca sobre las desigualdades en el Estado Social de Derecho
Palabras Claves: Justicia; Democracia; Desigualdad; Paraguay; Daniel Mendonca
PRESENTACIÓN
En su artículo “Un extraño desfile patrio”, el Dr. Daniel Mendonca —reconocido jurista y autor de Estado social de derecho— nos invita a visualizar la desigualdad en Paraguay con una potente metáfora: un desfile donde cada paraguayo tiene una altura proporcional a sus ingresos. El resultado es revelador: millones desfilan como “enanos” invisibles, mientras unos pocos, al final, se alzan como “gigantes” desproporcionados. Más que una imagen impactante, es una llamada de atención. ¿Qué tipo de “Patria Soñada” estamos celebrando cuando la mayoría apenas se ve? Este texto interpela, con claridad y sentido crítico, sobre la urgencia de construir una sociedad más justa.
UNA MIRADA LOCAL DEL «DESFILE DE LOS INGRESOS» DE JAN PEN
En 1971, el economista holandés Jan Pen ideó un experimento mental que proporciona una imagen intuitiva de la magnitud de la desigualdad económica[1]. Lo llamó «desfile de los ingresos», aunque hoy se lo conoce como «desfile de los enanos».
Hagamos el experimento con los últimos datos oficiales de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos y la Secretaría Técnica de Planificación[2] sobre la distribución de ingresos en nuestro país (2023).
Empecemos por suponer que la altura de cada habitante es proporcional a sus ingresos, de modo que la gente pobre es baja y la gente rica es alta. Imaginemos ahora que todos los paraguayos (6.600.000 habitantes) desfilaremos en una larga hilera, ordenados de menor a mayor altura. El desfile durará exactamente una hora con cuarenta minutos (es decir, 100 minutos). Si consideramos una altura promedio de 165 centímetros (varones de 1,70 y mujeres de 1,60 metros) y un ingreso promedio mensual de 1.876.979 guaraníes (todas las cifras son oficiales, insisto), el evento sería más o menos así.
El desfile comenzaría con gente sumamente baja. En los primeros diez minutos, las personas tendrían apenas 29 centímetros de altura. Poco a poco, la altura aumentaría: tendrían 51 centímetros a los veinte minutos, 68 centímetros a los 30 minutos, 85 centímetros a los 40 minutos, 104 centímetros a los 50 minutos, 126 centímetros a los 60 minutos y 155 centímetros a los 70 minutos. De modo que, para entonces, ya a los 70 minutos, no habríamos visto pasar un solo sujeto de estatura promedio (165 centímetros) y ya habrían desfilado más de 4,5 millones de compatriotas (para ser exactos, ¡4.620.000 personas!, a razón de 660.000 personas cada 10 minutos).
Pero volvamos al desfile. Por alguna extraña razón, a los 80 y 90 minutos veríamos personas muy, muy altas, de 195 y 258 centímetros (1,92 y 2,58 metros), respectivamente. Y, para mayor sorpresa, en los últimos 1 O minutos pasarían ante nosotros verdaderos gigantes de 573 centímetros (¡personas de 5,73 metros de altura!). El experimento es alucinante.
Tal vez les interese saber qué altura tendrían ustedes en este extraño desfile patrio, sin perder de vista que las alturas anteriores son alturas promedio.
Les ayudaré con el cálculo. Se trata de una simple regla de tres: multipliquen el monto de sus ingresos mensuales por 165 (la estatura promedio) y dividan la cifra resultante por 1.876.979 (el ingreso mensual promedio). El valor que obtengan representaría su altura en centímetros. Por ejemplo, si sus ingresos son de 3.000.000 de guaraníes, ustedes tendrían una altura de 263 centímetros (2,63 metros); si sus ingresos son de 4.000.000 de guaraníes, tendrían 351 centímetros (3,51 metros); si acaso tuvieran la suerte de ganar 10.000.000 o 20.000.000 de guaraníes, su altura sería de 879 centímetros (8,79 metros) o 1.758 centímetros (17,58 metros).
Por supuesto, si llegaran a medir esas alturas (o más), deberían (deberíamos) tener especial cuidado de no pisar o lastimar a los que miden 29, 51, 68 o 95 centímetros, que son los más pobres entre los pobres . . . ¡y son millones!
[1] Pen, Jan (1971). Income Distribution. Harmondsworth. Ed. Allen Lane
[2] Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos y la Secretaría Técnica de Planificación (23abril2025). Instituto Nacional de Estadística. https://www.ine.gov.py/vt/publicacion.php/
El constitucionalismo social en Paraguay ha tenido un desarrollo mínimo, tímidamente en los primeros años posteriores a la C92, con la Corte Sapena, Lezcano, Paciello, etc.
Ahora comienza a reactivarse con recientes votos de la nueva Sala Constitucional.
En la doctrina local el caso es peor aún. Un positivismo de cien años atrás sigue vigente en la doctrina paraguaya, con mayoría apabullante incluso.
Dominan el debate los «juristas del poder», al decir de Eusebio Ramón Ayala.
El constitucionalismo social, que apareciera en occidente hace más de cien años, apenas gatea en Paraguay.
Hoy, el desarrollo doctrinario del mismo ya ha llegado a nuevas etapas,[neo constitucionalismo, post positivismo, constitucionalismo social como derecho vivo, etc.] como Atienza, López Guerra, Ferrajoli y parte de la doctrina alemana. En américa latina hay más ejemplos aún.
Habrá que trabajar mucho para cambiar esta realidad.
Por eso el Dr. Luis Alberto Riart (Beto), ex ministro de educación del Gobierno presidido por Fernando Lugo sigue preso, nuestro constitucionalismo apenas habla de la dignidad humana.